Os dejo esta entrada para recoger una nueva tendencia en la práctica de deporte extremo. Concretamente se llama Slackline, un deporte que mezcla el circo, el alpinismo, el skate y el yoga, que cada vez convoca más adeptos que se apasionan sólo con verlo gracias a sus espectaculares acrobacias.
En este vídeo vemos un campeonato de Slackline Gibbon, y como se puede ver el espectáculo es grandioso, Las cuerdas que se usan en este modelo se llaman Gibbon y se diferencian con las cuerdas de escalada con las que se inició en su día el Slackline en que son más planas y resistentes, y más adecuadas para realizar acrobacias que para servir de seguro de vida.
El Slackilne apareció en la década del 80 cuando dos escaladores se lesionaron casualmente a la vez (Adam Grosowsky y Jeff Ellington) y fueron los primeros en adaptar el equipo en desuso de escalada (cinta tubular y mosquetones) para practicar el equilibrio mientras se recuperaban de sus lesiones que les impedían realizar escalada.
Ambos tenían las manos lesionadas de la escalada y con esta nueva practica se dieron cuenta que además de ser muy entretenido y exigente les ayudaba a fortalecer torso, piernas, brazos y hombros sin usar las manos, con los que les permitiría seguir en forma mientras se recuperaban de sus lesiones.
Pero en pocos años el invento fue adoptado por surfers, skaters, practicantes de yoga o snowboard, patinadores o esquiadores, ya que todos ellos tenían la misma necesidad, mejorar el entrenamiento del equilibrio. Además, para realizar el ejercicio había que llevar una extrema y profunda concentración durante todo el entrenamiento mejorando por tanto el estado mental para el deporte que practicaba cada uno.
Hoy en día a cualquier persona que lo practica regularmente si se le pregunta que es para ellos el Slackilne dirían que no sólo es una excelente actividad deportiva, sino también una filosofía de vida, donde prima por encima de todos los requisitos para practicarlo la persistencia, paciencia y constancia.
Fuente: Vitónica
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