La dieta atlántica es un tipo de alimentación diferente a la dieta mediterránea pero igual de saludable. Ambas poseen reconocidas propiedades y beneficios, pero una de las grandes diferencias es que en la dieta atlántica se consume mucho más pescado y carnes rojas, proporcionando una rica fuente de proteinas.
Entre los aspectos más importantes de la dieta atlántica destancan el uso de alimentos atlánticos frescos y de temporada, tanto de la huerta (cereales, pan, patatas, vegetales, frutas, legumbres, castañas y nueces), como del mar y de los ríos (pescado, mariscos, algas) y de la tierra (ternera gallega, cerdo o caza); lácteos y productos propios de la gastronomía atlántica en general, y de la gallega en particular. Estos alimentos, además, se cocinarán según las directrices del modelo de alimentación de la Dieta Atlántica, basado fundamentalmente en la cocción, la plancha, el guisado y el asado, más que en la fritura.
CARACTERÍSTICAS DE LA DIETA ATLÁNTICA
1. Abundancia de alimentos de temporada, locales, frescos y mínimamente procesados.
2. Abundancia de alimentos procedentes de vegetales: verduras y hortalizas, frutas, cereales, pan y granos, patatas, castañas, nueces y legumbres.
3. Abundante consumo de pescados, mariscos, moluscos y crustáceos frescos, congelados o en conserva.
4. Consumo de lácteos, en especial quesos.
5. Consumo de carne de cerdo, vacuno y caza.
6. Consumo de vino, normalmente con las comidas y en cantidades moderadas.
7. Uso de aceite de oliva para aliño y cocinado.
8. Preparación culinaria preferente: cocción, hierro, horno y guisado más que fritura.
Fuente: Fundación Dieta Atlántica / Consumer